La empresa crece: qué problemas pueden surgir y cómo solucionarlos
La ampliación del equipo conlleva también nóminas y cuestiones salariales que pueden sumar dificultades, sobre todo cuando no se es un experto en la materia.
Todo autónomo, pequeña y mediana empresa aspira a crecer a medio o largo plazo o, al menos, es lo habitual. Eso repercutirá no solo en beneficio propio, sino del entorno, ya que tanto las estadísticas como los expertos muestran que, a mayor tamaño, mejores sueldos y menos despidos.
Así lo demostraba, por ejemplo, el “Decil de salarios de empleo principal” del Instituto Nacional de Estadística (INE), que establecía que solo el 3,8% de los empleados en una empresa con menos 10, cobraban más de 3.900 dólares. En el caso de las compañías de más de 250 empleados, un 23,9% estaban por encima de tal cantidad. En una crisis económica las grandes empresas tienen más posibilidades sobrevivir y mantener los puestos de trabajo.
Para poder crecer, sin embargo, las pymes se encuentran a retos que recogían la IEBS Schoool a principios de año. Además de la automatización para aumentar la productividad y de abrir la puerta a la fórmula del teletrabajo, las pymes tienen que apostar por el e-commerce y por la internacionalización si quieren crecer, lo que también lleva asociado la digitalización y el aumento de la seguridad en al red. Aumentar la comunicación y la transparencia también son retos de esta era.
A medida que se vayan superando, a medida que vaya aumentando en tamaño y en beneficios, las empresas tendrá que dar cobertura a nuevas necesidades, especialmente, en lo que respecta a personal y cuentas.
Necesidad de personal
Las empresas más competitivas del mundo, como las que tienen sede en lugares como Silicon Valley, se afanan por atraer y retener el talento. Contar en el equipo con personas que tengan el “know how” (los conocimientos prácticos y habilidades), que sean creativas y que se sientan lo suficientemente motivadas como para aportar será, desde luego, el principal motor de la empresa.
Las empresas, sin embargo, no siempre saben cómo atraer y retener a esos perfiles altos de especialistas, o cómo mantenerles. Por eso hay profesionales en la gestión de recursos humanos que se pueden contratar como servicios externos, es decir, outsourcing de recursos humanos. GSH ofrece servicios profesionales de ‘Outsourcing’ de Recursos Humanos, soluciones integrales en torno a los recursos humanos para empresas, las que saben la innovación, la eficiencia en la producción y la calidad del producto final depende de ello.
La empresa tiene 16 años de trayectoria en el mercado, por lo que se considera líder del sector, y tiene entre sus compromisos el respeto de los derechos laborales y la permanente búsqueda de mejora. Por eso cuentan con ella importantes empresas nacionales y multinacionales, explican habiéndose convertido en “un verdadero aliado estratégico”.
Entre las soluciones integrales que proponen pasan está el outsourcing de selección. La empresa se pone de especialistas de selección de personal cualificado de cara a conformar o reforzar su equipo, lo que tiene sus ventajas: se reduce el tiempo de contratación, se mejora la calidad de los candidatos, se ahorran costes, se recibe asesoramiento estratégico y se minimizan riesgos.
La administración de capital humano y la seguridad y salud en el trabajo son también servicios que ofrecen este tipo de empresas.
La cuestión económica
Cuestión aparte es llevar la economía de una empresa. Es evidente que las obligaciones se incrementarán según la empresa vaya creciendo, y es muy probable sea más difícil controlar cuentas y volúmenes que antes no se manejaban. Si no se tenía, va siendo hora de crear un estamento contable con buenos profesionales.
La ampliación del equipo conlleva también nóminas y cuestiones salariales que pueden sumar dificultades, sobre todo cuando no se es un experto en la materia. Como existe el outsourcing de selección, también está el de nómina, es decir, una compañía externa que cubre el proceso de pago de nóminas.
En esencia, este consiste en compilar y manejar todo lo que respecta a salarios y contratos, para conocer y calcular el neto, las retenciones y los impuestos correspondientes. Además, puede vigilar el trabajo del empleado y cómo este puede influir en su salario, como faltas, retrasos o puntualidad.
Su tarea también abarca conocer y gestionar las altas y bajas de personal y, si ese es el acuerdo, negociar tanto con quien se va como quien entra. En todo caso, la asesoría, la gestión de softwares o las responsabilidades que tenga la empresa para con sus trabajadores también pueden correr a cuenta del outsourcing de nóminas, más aún si se recurre a sus servicios adicionales.
FUENTE: Redacción GM
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